domingo, 21 de abril de 2013

Intento Mulhacén invernal. Abril



El pasado fin de semana del 5,6 y 7 de abril  Dani y un servidor que os cuenta, nos desplazamos a Sierra Nevada para afrontar el ascenso al Mulhacén desde Capileira.
Después de 5 horas de coche llegamos al alpujarreño pueblo de Capileira, tras unas cervezas y unas tapitas subimos a la Central Eléctrica de Capileira para pasar la noche en la furgoneta y afrontar desde bien temprano la primera jornada (Central - Poqueira - La Caldera). Amaneciendo y con mucho frío nos equipamos, preparamos las mochilas  y nos ponemos en marcha. La subida se hace dura y las crecidas de las aguas nos ponen en más de un apuro para cruzar las chorreras que se nos abren al paso, puetencillos caídos, placas heladas… pero nosotros a lo nuestro, con la mirada puesta en lo alto de la Sierra.
Tras cuatro horas de ascenso llegamos al Refugio Poqueira, nos hidratamos, descansamos y al poco tiempo estamos en marcha buscando el paso de la Caldera. La subida se aventura dura y la ventisca a medida que ascendemos muestra mayor fiereza, así paso a paso y tras cuatro largas horas de caminata, aguantando vientos de más de 50 km/h, llegamos al Refugio de la Caldera. Se encuentra cubierto por un metro de nieve, por lo que tenemos que entrar por la puerta superior. Al entrar descubrimos que el refugio tiene mucha nieve en el interior y la puerta no cierra, limitando bastante su habitabilidad en unas condiciones muy extrema a 3.050 m de altitud.
Es hora de decidir, son casi las 19:00 horas de la tarde, llevamos más de 8 horas de ascenso con 13 kg a la espalda, pisando nieve blanda y aguantando empujones de 50 km/h. La meteorología no es buena y nuestro objetivo de coronar el Mulhacen se difumina. Finalmente decidimos regresarnos al Poqueira, el descenso es lento y pesado, el sol se escapa por el Veleta y la temperatura baja considerablemente. Tras dos horas llegamos al Poqueira, hablamos con Rafa, su guarda, que nos comunica que el refugio se encuentra completo. Nos ofrece dormir en el suelo de la cocina con unos aislantes, es lo mejor que podemos tener, por lo que aceptamos sin pensarlo demasiado.
Bien temprano, a eso de las 6:00 horas de la mañana aparecen por la cocina los primeros montañeros del día, rompiendo nuestro sueño. Hay que levantarse, desayunar y descender hasta el coche.
El Mulhacén invernal, nos seguirá esperando…

Cena en Capileira
 Preparando nuestro hotelito
 Té para desayunar




 Refugio del Poquira






 Refugio de la Caldera, la puerta está desencajada y no cierra, acumulando nieve en su interior.



 Dani y yo con el Veleta al fondo

Puente caído por la fuerza de la corriente.

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